Seleccionar correctamente un sistema de transporte industrial implica analizar con detalle múltiples variables. En Bellt Correntes entendemos que esta decisión va mucho más allá de un catálogo; debe considerar el producto, el proceso, el diseño de la línea, el entorno, las normativas aplicables y los factores comerciales.

El primer aspecto a evaluar es el tipo de producto a transportar. Características como el peso, tamaño, forma y temperatura influyen directamente en el ancho útil de la banda, la resistencia requerida, el tipo de superficie y la selección del material. Productos inestables, por ejemplo, requieren superficies con mayor fricción o sistemas de guías laterales, mientras que artículos muy calientes o congelados exigen materiales capaces de soportar variaciones térmicas extremas sin comprometer el rendimiento.

El segundo factor se refiere al proceso productivo. La velocidad de transporte, la presencia de etapas como lavado, enfriamiento, calentamiento o secado, así como la necesidad de acumulación, determinan el comportamiento dinámico esperado del sistema. Además, el modo de carga del producto — ya sea por impacto, carga lateral o flujo continuo — influye en el diseño de la superficie superior y en la robustez del transportador.

El diseño físico de la línea también es determinante. Los tramos curvos requieren cadenas o bandas con flexión lateral. Las pendientes pueden requerir superficies antideslizantes o con taliscas, además de motores dimensionados adecuadamente para superar la inclinación. El ancho útil debe calcularse según el tamaño del producto y los márgenes de seguridad, mientras que las zonas de transferencia exigen especial atención al paso de la banda, sobre todo cuando se dispone de poco espacio y se requieren transferencias precisas.

El entorno de operación también debe ser cuidadosamente considerado. Ambientes con humedad constante o que exigen limpieza frecuente favorecen el uso de materiales plásticos drenantes o acero inoxidable. La presencia de polvo, arena o residuos abrasivos acelera el desgaste de los componentes, lo que requiere el uso de guías reforzadas o materiales autolubricantes. En ambientes con variaciones térmicas significativas, la estabilidad dimensional de los materiales es crítica para evitar deformaciones y fallos prematuros.

Las normativas y regulaciones aplicables deben respetarse. En sectores como alimentos y bebidas, es esencial cumplir con las exigencias sanitarias locales. En Brasil, esto incluye resoluciones de ANVISA como la RDC 275/2002, RDC 589/21 y RDC 51/10. Además, certificaciones internacionales como ISO, HACCP o BRC pueden influir en la elección de materiales y superficies según los requisitos de auditoría o exportación.

Por último, los factores comerciales también juegan un papel clave. La elección del sistema debe considerar no solo el costo inicial, sino también el costo total de propiedad a lo largo del tiempo. La vida útil esperada, la facilidad de mantenimiento, la disponibilidad de repuestos y el soporte técnico local son determinantes para asegurar productividad y fiabilidad. En muchos casos, las soluciones híbridas — como el uso combinado de diferentes materiales en cadenas y estructuras — permiten equilibrar el rendimiento técnico con la viabilidad económica, adaptándose al presupuesto del cliente sin comprometer la calidad.

Con base en estos seis pilares, es posible definir el sistema de transporte más adecuado para cada aplicación. Bellt Correntes ofrece no solo productos robustos y versátiles, sino también soporte técnico especializado para asegurar una elección segura, eficiente y duradera para su operación.